
Sin embargo desde el Consejo ya llevan tiempo pensando en un plan B para evitar el camino que parece tener marcado el club hacia la disolución. No ven factible que con la historia que tiene el Real Murcia pueda terminar siendo liquidado por una situación económica que ha terminado por asfixiar al club hasta un punto de no retorno. Son prudentes y no pierden la fe en que llegue alguien con ganas de respaldar la ampliación de capital antes del martes y quedarse con el club por 2,5 millones invirtiendo en acciones. Pero si eso no sucede, tocará ir a una junta general de accionistas, el 31 de diciembre, poco más que con el traje de luto.
En esa Junta se analizarán las cuentas anuales, que el año pasado ya se cerraron con un déficit de 2.442.000 euros, y se buscarán nuevas fórmulas para esquivar la complicada situación actual. «Ahora, con la aprobación del convenio, mucha de la deuda a corto plazo va a pasar a largo plazo y por eso las cuentas podrán presentar unos resultados más favorables», dijo ayer a 'La Verdad' un optimista Enrique López, consejero del club. La ingeniería financiera del Consejo tendrá que mostrar sus mejores conocimientos para solucionar esta situación porque el panorama sigue siendo negro. «Si las cuentas salen como creo que van a salir, y las aprobamos tal cual, acto seguido tenemos que ir a presentar la liquidación y eso es algo que no queremos hacer, obviamente», reconoce López. En cualquier caso, lo que sí que está garantizado desde la propia entidad, es que el equipo terminará la temporada deportiva.
Lo que no ha gustado al Consejo de Administración es la poca colaboración que ha encontrado en la Región y en la ciudad de Murcia para respaldar al equipo de fútbol más histórico. Tampoco se ha visto respaldado por el murcianismo, que si bien arrimó el hombro en la campaña de abonados, no hizo lo propio a la hora de sumar su granito de arena a la ampliación de capital. López habló ayer de la «triste respuesta de la masa social» que ha recibido el Murcia. Añadió que esperaban mucho más. «No sé por qué la gente no se ha movilizado ante la oportunidad de diluir las acciones de Samper y buscar un cambio de propiedad que hubiese sido histórico».
López no cree que se deba a la falta de publicidad dada por el club, que tiene en su página web toda la información sobre los pasos que hay que dar para participar.
Poca implicación
«Los más de 7.000 socios sabían de la importancia que tenía la ampliación de capital en el devenir del club y no ha ido ni el 5% de ellos a retirar acciones. Eso demuestra que está todo dicho», apunta Enrique López sobre la falta de implicación del murcianismo.
El disgusto va a más cuando recuerda que hace unos años sí que hubo un respaldo mucho mayor en unas acciones sin beneficio. «Entiendo que cada uno hace con su dinero lo que quiere y veo comprensible que la gente no quiera comprar deuda de Samper, pero en la ampliación de capital de 2010, que era un prestamo a fondo perdido a Jesús Samper, se recaudaron 700.000 euros», recuerda resignado Enrique López.
Fuente: La Verdad