
Cuando los nombres de Armando Ortiz y Diego Benito aparecen en la alineación del Real Murcia, la palabra ´derrota´ desaparece automáticamente del diccionario. Ocurrió el pasado domingo en El Ejido (2-3), y una semana antes en Nueva Condomina frente al Real Jaén (2-0). También han sufrido la buena sintonía de este joven matrimonio el Marbella (1-0), el Córdoba B (0-0), el FC Cartagena (0-0), el Linares (0-1), el Granada B (2-1) y el Melilla (0-0). Con ellos compartiendo zona en el centro del campo, lo que hasta el momento ha sucedido en 8 partidos, el conjunto murcianista ha sumado cinco victorias y tres empates. En total, 18 de los 24 puntos que actualmente aparecen en el casillero de los granas. O lo que es lo mismo, con la dupla murciano-madrileña se ha obtenido el 75% de los puntos conseguidos.
Como en cualquier matrimonio, Armando y Diego Benito han necesitado un periodo de adaptación para llegar al entendimiento perfecto. Y el proceso no ha sido nada fácil. De hecho, durante las primeras nueve jornadas, solo habían coincidido en el once titular durante dos encuentros.
Unas veces por la incapacidad de Paco García para entregar el mando al centrocampista de la Región, con el que no contó en las primeras cuatro semanas y al que retiró la capitanía el pasado verano, y otras por los peajes que ha tenido que pagar Diego Benito –aterrizó en Murcia sin tiempo para realizar la pretemporada y posteriormente sufrió dos expulsiones que le tuvieron fuera tres partidos–, no ha sido hasta el último mes de la competición cuando los aficionados del club centenario han empezado a disfrutar de una pareja que cuando no está se echa demasiado en falta. Tal y como ocurrió el pasado 13 de noviembre en Mancha Real, donde el Real Murcia, solo con Armando por la baja por sanción del madrileño, encajó la única derrota de las últimas siete jornadas.
Una semana después del traspié en la localidad jienense y cuando la tormenta eléctrica parecía indicar que la lluvia caería con fuerza si el equipo grana no respondía en Nueva Condomina frente al Real Jaén, Armando y Diego Benito se encargaron de sacar la avioneta para hacer desaparecer cualquier posibilidad de chaparrón. Como un matrimonio perfecto, no solo ofrecieron su mejor versión personal sino que además contribuyeron a la llegada de las ocasiones de gol y al crecimiento de sus compañeros, especialmente de un Javi Saura que se sintió más cómodo que nunca con dos guardaespaldas de altura.
El domingo, frente al colista Sanluqueño, el Real Murcia tendrá una oportunidad ideal para acercarse a los puestos de play off, zona irrenunciable para Paco García y los suyos. Y lo podrán hacer de nuevo bajo la solidez de Armando Ortiz y la batuta de Diego Benito. Los problemas físicos del madrileño, que el martes aprovechaba la jornada de descanso para ponerse en manos de los fisioterapeutas de la entidad grana, no deben ser un problema para que la dupla murciano-madrileña vuelva a ser una vez más sinónimo de victoria.
Fuente: La Opinión