
Lukovic tiene crédito, pero no es «ilimitado», según confirmaron ayer a esta Redacción fuentes del club, que siguen apostando por el serbio, ya que «tiene una calidad enorme», apuntaban. Pero esas cualidades que mostró el pasado curso en el KK Krka, donde fue uno de los mejores jugadores de la Liga Adriática, aún no han aparecido. Tiros erráticos con mala selección, ayudas defensivas que no llegan, mala posición en el rebote y miedo escénico -su porcentaja de tiros libres es del 44%- son algunas de las preocupantes señales que está emitiendo un jugador al que le ha venido grande la presión de jugar en una liga tan competitiva. Hasta el pasado curso, Lukovic estaba acostumbrado a un ritmo de juego inferior al que se ha encontrado en España y al que aún no se ha adaptado. Además, en el choque frente al Sassari se vio al entrenador, Ibon Navarro, su gran valedor el pasado verano, visiblemente enfadado con la actitud en la pista del ala pívot, que dentro de una semana y media, en el Palacio, tendrá enfrente con el Obradoiro a su antecesor en el puesto, Nemanja Radovic, una situación que puede avivar las críticas de la grada en caso de que no reaccione.
El club no se plantea en estos momentos la contratación de un sustituto para Lukovic, pero lo cierto es que con la recuperación de Vítor Faverani el equipo tiene un cupo nacional más, y las dos plazas de extracomunitarios están libres. Los ofrecimientos no paran de llegar hasta las oficinas del Palacio, pero la liquidez económica ha impedido hasta el momento valorarlos, aunque no se descarta que se haga en un futuro no muy lejano si Lukovic no sale de su letargo.
Fuente: La Opinión