A las doce de la noche han quedado cerradas las puertas de la ampliación de capital del Real Murcia, sin que apareciera el actor más esperado: Alfonso García. El hombre que ha representado al aguileño en toda esta operación, el abogado y economista José Núñez Mediavilla, planteó este miércoles, el último día de ampliación, la posibilidad de realizar una transferencia internacional. El Consejo de Administración le marcó el cauce: era válida, siempre y cuando fuera respaldada por el justificante de transferencia y el boletín de suscripción, aunque el ingreso a la cuenta llegara más tarde. Fue Francisco Tornel quien, este martes, invitó a Núñez Mediavilla a una fórmula intermedia entre aparecer con todo, o quedarse fuera: que hiciera una aportación significativa, que podía rondar los 600.000 euros, que le permitiría acceder al club, y hacerlo con todos los honores, como máximo accionista.
Durante toda la tarde del miércoles los consejeros de la entidad han aguardado información de la transferencia, contando con que sería de cinco ceros. Al menos, de 100.000 euros. Y el estupor y el asombro se ha pintado en sus caras cuando el enviado de Alfonso García les ha comunicado que "solo podemos ingresar 300 euros, porque hay problemas burocráticos, al tratarse de una transferencia desde el extranjero". Ni siquiera el club ha podido probar fehacientemente tal ingreso, algo que podrá hacer ya en la mañana del jueves.
La noche llena de llamadas y perplejidades deja sin suscribir una cantidad superior a 1'5 millones de euros, que no ha encontrado comprador, a pesar de tentativas y aproximaciones y de tres cartas de intenciones que quedaron como mero enunciado de propósitos.
El capital final suscrito se ha elevado a 779.506 euros.
Fuente: Onda Regional